Unos
años más, unos menos, no importa! El tema es que volví!
Una
vez más tratare de seguir con el estilo usual. Hoy ha sido un día de muchas
emociones. Muchos altos y bajos pero finalmente aquí estoy de nuevo en mi
estado normal de conciencia.
Hoy
he quedado sorprendida de mis emociones. Simplemente pueden llegar a ser tan
fuertes que sin darte cuenta te ponen en un trance en el que no quieres estar
pero, llegas ahí casi sin pensarlo. Este torrente de emociones el día de hoy
hizo que reflexione sobre mi vida, sobre las cosas que deseo, sobre mis metas y
sobre mis intereses. Muchas preguntas rondaban mi cabeza y decisiones tontas y
alocadas se asomaban a mil milésimas por segundo. Felizmente, por obra y gracia
del espíritu santo, volví a mis cabales. Ya en mis 6 sentidos, pude darme
cuenta de todas las emociones que viví en aproximadamente una hora de mi
existencia.
¡Que
desperdicio de tiempo! Eso fué lo que pensé luego de estar saboreando una
hamburguesa Royal en Bembos, dicho sea de paso sacándole la vuelta por un
instante a mis marcas predilectas.
Mientras
saciaba mi hambre y me iba dando cuenta que todo el torrente de emociones se
había potenciado a causa de mi apetito voraz me dije de nuevo: ¡Que desperdicio
de tiempo!, definitivamente lo había sido. Toda esa hora de mi vida
desperdiciada sintiendome mal o vulnerable cuando lo único que quería era
comer. Toda una hora poniendo en juego el rumbo de mi vida y mis metas por
haberme saltado el almuerzo. Cada vez que esto sucede confirmo que tengo un
serio problema con la comida. ¡Me encanta! Mi buen o mal humor dependen
enteramente de ella y quedó confirmado el día de hoy que también influye en mis
emociones en general!
Ahora,
ya me dio hambre de nuevo, una pausa y regreso.