Hoy, Domingo me siento distinta. Como dije antes, ¡Que cambiantes podemos ser las mujeres! Pero al margen de eso, sé porqué estoy en constante cambio. Mis emociones en estos momentos son desbordantes. Rodrigo me hablaba de su vida y sus amores. Mi mente, mientras tanto, estaba en mi propia vida y mis propios amores. Igual, unos cuantos consejos salían de mi garganta. De cierto modo, cuando hablo con Rodrigo sé que es necesario darle consejos de amor. Una vez más me di cuenta hoy que los hombres interpretan las actitudes de las mujeres de formas insólitas e insospechadas. Lamentablemente es un karma social del cual nunca podremos escapar. Las relaciones interpersonales entre hombres y mujeres son siempre un pequeño “juego”. Así lo denominó el día de hoy mi querido amigo “Ruiz”. Cuando esa interpretación salió de su garganta me di cuenta que tiene mucha razón. El “juego” que vivimos a diario al fin y al cabo a todos nos gusta. Sufrimos, pataleamos, lloramos y mil cosas más, pero finalmente ese “juego” es lo que nos mantiene vivos y felices en muchas ocasiones. Es una conducta demasiado humana para que sea de otra manera. Es un patrón. Todos los seres humanos actúan de la misma manera con estilos distintos. Todos “juegan” pero con sus reglas. Para la enseñanza de hoy: Digan si al juego de la vida. Experimenten, tengan miedo, sientan tristeza, ira y sobre todo; vívanlo todo al máximo. Sólo así estarán felices como yo.
Sonia Espinoza C.
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